jueves, 15 de abril de 2010

Sitios arqueologicos en el salvador


San Andrés


A la derecha de la carretera Panamericana y en el margen izquierdo del río Sucio, a 25 Kms. de Nueva San Salvador se encuentran las ruinas del centro ceremonial de la Campana de San Andrés. Consiste esa zona arqueológica de tres pirámides, la mayor de 10 mts. de altura, que se escalonan afectando la forma de campana y de otras construcciones muy deterioradas y recubiertas de cascajo rojo, piedra pómez y cenizas arrojadas por el volcán el playón, en 1917.




El Tazumal


El sitio se encuentra en el área urbana de Chalchuapa contiguo al cementerio. Está situado a 82 kilómetros de San Salvador.
Su primera referencia data del año 1892, sitio registrado formalmente en 1940 por Stanley Boggs. La ocupación de Tazumal tuvo lugar desde 1200 a.c. Su estructura mayor mide 24 mts. de altura, cuenta con doce escalones ó plataformas en ella se encontraron tumbas con más de 116 vasijas, joyería de jade, "espejos" de pirita de hierro, artefactos de juego de pelota y cerámica con forma de lagartos, al sur se encuentra algo que parece un campo de juego de pelota pero aún esta considerándose como investigación el área de lo que parece un juego de pelota delimitado por la pirámide.




Joya de Cerén



Este sitio arqueológico se le considera el más importante de todo el Mundo Maya, ya que es el único lugar que refleja la manera en que vivían nuestros antepasados hace 1,400 años. Fue declarado “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1993. Joya de Cerén era un aldea que fue sepultada por la erupción del volcán Loma Caldera en el año 600 D. C. La lava volcánica petrificó las casas de los pobladores y fue hasta en 1976 cuando accidentalmente se descubrió.







miércoles, 14 de abril de 2010

Padre de la arqueología salvadoreña


A los 25 años de edad Stanley Boggs fue atrapado por El Salvador. Recién había concluido sus estudios, cuando vino al país en calidad de fotógrafo. Acá descubrió el potencial arqueológico nacional y decidió quedarse para siempre. Sus investigaciones y aportes le han valido para que sea un referente y fundador de la arqueología nacional. Para sus conocidos era simplemente: Papá Stanley. “Fue maestro y amigo. Era un gran científico y de gran calidad humana”, recuerda la restauradora del Museo David J. Guzmán, Leticia Escobar.Es ella la que guarda con cariño el sombrero de su profesor, una de las pocas pertenencias personales que se recuperaron después de su muerte (aparece en la portada). Boogs se apasionó tanto con el país, que se casó con dos hermanas salvadoreñas: Inés y Berta Sagrera (las dos veces quedó viudo). Su única hija, Tootsie, fue el fruto de su primer matrimonio. Él se sentaba largas horas en su biblioteca personal a revisar catálogos, libros de arqueología y anotaciones sobre sus descubrimientos. Se le recuerda bebiendo martini, fumando pipa, disfrutando de la marimba y organizando fiestas navideñas.
Collar de Jade. Encontrado en Tazumal en marzo de 1945. Foto: EDH
Por décadas, se encargó del Departamento de Arqueología del museo David J. Guzmán. También se destacó como docente en la UES, donde impartió la ciencia que dominaba. Fundó la primera colección de piezas prehispánicas que estuvo en la biblioteca del alma máter.Y creó el primer laboratorio de carbono 14, que estuvo ubicado abajo del auditorio de Ciencias Naturales de la UES, que fue destruido en las intervenciones militares al campus.En sus últimos años, no realizó trabajos de campo, pero sí investigó. Murió viudo, el 30 de diciembre de 1991, a causa de un infarto, en su casa de la Colonia Escalón. El cuerpo fue descubierto por sus amigos.
Perfil:
Stanley Harding Boggs nació en Warsaw, Indiana, el 8 de agosto de 1914, según investigó el arqueólogo mexicano Rafael Cobos. Hizo sus estudios en la Universidad de Northwestern, Ilinois y Universidad de Arizona, EE.UU. Su especialidad era la arqueología mesoamericana. Vino a la región en calidad de fotógrafo, a finales de los 30, según Gregorio Bello Suazo. Para sus investigaciones en el Tazumal, fue apoyado por la Universidad de Carnegie, Washigton, y por el Instituto de Investigaciones Andinas.
Carrera científica

Estudios
Stanley Harding Boggs estudió Arqueología en la Universidad de Harvard en 1932, aunque sin llegar a graduarse. Su primer interés real por la arqueología se enfocó hacia la prehistoria e historia de China. Después fue influenciado por un profesor para estudiar la arqueología de Haití. Uno de sus puntos de interés era investigar el lugar donde Cristóbal Colón desembarcó en su primer viaje a América. Participó en el inventario de sitios arqueológicos en Haití, como asistente de fotografía. Durante este tiempo, también se interesó en los primeros trabajos sobre Copán, Honduras, donde Gustav Stronswick estaba a cargo de la evaluación del sitio por los daños recientes causados por un terremoto.
Chichén Itzá
Habiendo sido entrenado como un maquinista y sintiendo inclinación por la mecánica, fue contratado por Morely en Chichén Itzá para trabajar en la restauración de este gran sitio. Fue entonces contratado para trabajar en Copán y arribó allí a finales de los años 1930, en el primer carro de motor que alguna vez haya llegado al sitio. Tatiana Proskouriakof también fue parte de este equipo inicial, y se dice que se desarrolló una gran amistad entre Proskouriakof, Stronswick y Boggs en Copán.
Boggs estaba principalmente a cargo de documentar los daños causados a la escalinata de los jeroglíficos y al templo 22, el cual se hundió durante el gran terremoto. Esta fue principalmente una operación de salvamento, a iniciativa del Instituto Carnegy. Fue también responsable por el trabajo inicial en Uaxactún, y publicó muchos reportajes de importantes sitios antiguos. El proyecto original en la escalera jeroglífica contemplaba la documentación y colocación de los bloques (textos) en la posición original que tenían antes del terremoto. Algunos de sus trabajos han sido altamente criticados desde que argumentó que los bloques fueran ubicados con cemento en el lugar, sin ninguna noción o preocupación de su posición original.
Boggs argumentó que se tomó un gran cuidado en colocar los bloques en lo que se pensaba era su posición original, pero no todos ellos lo fueron. En esta época Copán recibía mucha atención y muchos visitantes removían bloques y salían con ellos como “souvenirs”. Se tomó la decisión de encementar el resto de los bloques para el cuerpo principal de la escalera, a fin de eliminar la amenaza de perderlos para siempre. Tal vez están fuera de secuencia, pero la idea de guardar el sitio arqueológico tan intacto como fuera posible parecía más urgente y necesaria.
Zaculeu

Después de este proyecto, Boggs trabajó en Zaculeu, con Trick, un proyecto controveido que fue auspiciado por la United Fruit Company. La opinión negativa del proyecto fue más política y ocultaba intereses económicos en Guatemala para el gobierno norteamericano. El trabajo de Boggs en Zaculeu fue fotografiar el sitio y también se involucró con la arqueología de las necrópolis. Una larga restauración y trabajo de reconstrucción se llevó fuera del sitio y este fue el primer contacto de Boggs y su escuela con el arte de la restauración con el cemento de la época; a partir de entonces consideró este aspecto como uno de los grandes problemas que afectaban la conservación de los elementos arqueológicos.
Trabajos en El Salvador

San Andrés
Boggs recién llegó a El Salvador en 1939 con Dimmick, quien los empleó como fotógrafo para el proyecto San Andrés, uno de los sitios más grandes del período clásico en el país.
El proyecto avanzó hasta 1941, cuando fue detenido por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los reportes del proyecto de estos dos años fueron publicados por Boggs a través del Museo Nacional de El Salvador (conocido actualmente con el nombre de Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán) en 1942. Fue la primera vez en la historia de El Salvador que un método científico se empleaba en un yacimiento arqueológico.
Museo Nacional

Boggs se mantuvo en el país y fue contratado por el Museo Nacional como director de Arqueología del mismo, ocupando dicho cargo hasta el día de su muerte en 1991. Continuando con el proyecto San Andrés, Boggs llegó a interesarse en la zona arqueológica de Chalchuapa, otra área importante en El Salvador. Durante principio de los años 1940, A.V. Kidder propuso un proyecto, el cual estimaría el área de la cultura maya. Su criterio incluyó una directa aproximación histórica, exposición de arquitectura y cerámica.
Esto coincidía con el nuevo proyecto de Chalchuapa y Kidder visitó la zona con Boggs. La estructura principal de Tazumal en este tiempo estaba parcialmente destruida desde que los lugareños hubieron tomado material de la pirámide mayor para construir casas en el área. La exposición de materiales en el sitio incluía cerámicas del período clásico y arquitectura monumental, lo que encajó perfectamente en el propósito de Kidder. Los trabajos comenzó a inicios de los años 1940 y mucha de la información sobre los mismos fue solo publicada por el Museo Nacional. Este trabajo fue también importante de manera que Boggs continuara la aplicación de un método científico en la investigación arqueológica.
Su primera casa en El Salvador, donde vivió por muchos años fue en Nueva San Salvador. Durante la época que vivió en el país, solo habían dos clases sociales: los muy ricos y los muy pobres. Boggs fue bienvenido en la clase social con mayores recursos económicos donde conoció muchas figuras importantes e hizo amigos de por vida. Además conoció a una joven mujer llamada Inés Sagrera, con quien se casó. Ella murió repentinamente después del nacimiento de su primera y única hija. Su trabajo continuó en Tazumal durante los 40. Después regresó a los Estados Unidos, realizando un master en la Universidad de Arizona para luego regresar a El Salvador.
En 1954, Boggs fue a Harvard y, a su regreso, los materiales de Tazumal, producto de años de investigación arqueológica, habían sido vaciados y más de la mitad de las vasijas completas desaparecieron del Museo Nacional. Los oficiales del Museo Nacional, los únicos con acceso a tales materiales culturales, también deshicieron otras colecciones. Esta actitud persistió por muchos años y condujo a otros estudiosos, como Sharer, a nunca regresar a El Salvador para conducir una investigación arqueológica.
Lucha por la creación de un Instituto Arqueológico

Durante los años 1950, Boggs jugó con la idea de crear un instituto dedicado a la investigación arqueológica. Comenzó enseñando en la Universidad de El Salvador con la intención de brindar las materias de arqueología al público. A pesar de que él hizo esto por cinco años, la Universidad nunca alentó la creación de tal departamento.
Un gran esfuerzo se perdió en parte por la ignorancia y por los conflictos creados por intereses personales. Sin embargo, la idea de crear un instituto arqueológico que pudiera supervisar las investigaciones arqueológicas sobrevivió. A principios de los años 1960, se celebraron muchas reuniones con políticos prominentes para discutir la creación de tal institución. Al final de una de ellas, en la que estuvieron al menos 20 importantes y prominentes figuras, incluyendo el entonces Presidente de El Salvador, Fidel Sánchez Hernández. La idea de crear el instituto fue discutida y propuesta por Boggs y otros de los presentes. Algunos de estos eran coleccionistas privados quienes vieron el valor de tener un instituto dedicado a la investigación arqueológica.
Esa noche, ya tarde, cuando era la hora de discutir la aprobación o negativa de la idea, el presidente dijo sentirse altamente intoxicado y tuvo que dejar la casa. A cargo estuvo otro individuo influyente, el ministro de Cultura, quien pensaba que crear un instituto de investigación arqueológica con el propósito de hacer cultura era absurdo. Nuevamente, un paso atrás en el desarrollo de la arqueología en El Salvador en manos de un individuo ignorante pero con poder político. El sueño de Boggs se destruyó pero no murió.
En 1965 el proyecto Cihuatán fue retomado por Boggs. Este sitio fue originalmente estudiado por Antonio Sol desde los años 1930, pero existe muy poco publicado al respecto. Boggs fue una vez más influenciado para introducir por primera vez un método científico para la excavación y análisis del sitio. Mucho fue publicado desde esos años en las publicaciones del Museo Nacional y otros informes arqueológicos internacionales. Boggs continuó su trabajo en muchos proyectos durante este período a través de todo el país y ayudó a organizar, por primera vez, una documentación completa de todos los sitios arqueológicos conocidos en el mismo.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Stanley_Boggs"

¿que es arqueologia?


es una disciplina que estudia las sociedades a través de sus restos materiales, sean estos intencionales o no. Así, debemos dejar de lado la tradicional visión de que es «una ciencia auxiliar de la Historia, que complementa con documentos materiales aquellos períodos no suficientemente iluminados por las fuentes escritas». La Arqueología es una ciencia social autónoma, que estudia a los seres humanos a través de su cultura material y psicológica.

La mayoría de los primeros arqueólogos, que aplicaron la nueva disciplina a los estudios de los anticuarios, definieron la arqueología como el «estudio sistemático de restos materiales de la vida humana ya desaparecida». Otros arqueólogos enfatizaron aspectos psicológico-conductistas y definieron la arqueología como «la reconstrucción de la vida de los pueblos antiguos». En algunos países la arqueología ha estado considerada siempre como una disciplina perteneciente a la antropología; mientras que ésta se centra en el estudio de las culturas humanas, la arqueología se dedicaba al estudio de las manifestaciones materiales de éstas. De este modo, en tanto que las antiguas generaciones de arqueólogos estudiaban un antiguo instrumento de cerámica como un elemento cronológico que ayudaría a ponerle una fecha a la cultura que era objeto de estudio, o simplemente como un objeto con un cierto valor estético, los antropólogos verían el mismo objeto como un instrumento que les serviría para comprender el pensamiento, los valores y la cultura de quien lo fabricó.
La investigación arqueológica ha estado relacionada fundamentalmente a la Prehistoria y a la Antigüedad; sin embargo, durante las últimas décadas la metodología arqueológica se ha aplicado a etapas más recientes, como la Edad Media (Arqueología Medieval), la Edad Moderna (Arqueología postmedieval) o el periodo industrial. En la actualidad, los arqueólogos dedican ocasionalmente su atención a materiales actuales, investigan residuos urbanos, con lo que está naciendo la denominada arqueología industrial.

arqueologia salvadoreña



regiones mesoamericanas La arqueología de El SalvadorGregorio Bello-Suazo Cobar Chalchuapa, en El Salvador, mantuvo una fuerte relación con los sitios de las tierras bajas mayas, como lo muestra la cerámica Usulután, que se convirtió en uno de los principales artículos de comercio en la zona maya. Vasijas tipo Usulután, en naranja y beige, con decoración al negativo.Foto: Federico Trujillo El actual territorio de El Salvador se encuentra en la Zona Central de Centroamérica, considerada como una frontera cultural de Mesoamérica. Por su posición geográfica, se ha demostrado con base en datos arqueológicos que esa zona funcionó como un corredor o puente por el cual pasaron a lo largo del tiempo, en uno y otro sentidos, objetos e ideas de Mesoamérica y Sudamérica. Las sociedades de la llamada Zona Central se desarrollaron como resultado de influencias provenientes principalmente de la Zona Norte y de más allá, que comenzaron en algún momento después de 1500 a.C. y se prolongaron hasta la llegada de los europeos. En ese marco, las numerosas sociedades locales conformaron un carácter propio, acorde con sus necesidades, con condiciones específicas y con su relación con los grupos vecinos.Esas influencias se dieron por medio del comercio, la guerra y las migraciones a gran escala. Además, algunas de ellas posiblemente se extendieron mucho más hacia el este, aunque no se ha caracterizado todavía a las sociedades que habitaban la Zona Central antes de la penetración mesoamericana (Hasemann y Lara Pinto, 1994, p. 135).Se sabe que hubo contactos tempranos con la costa central del Golfo de México, de los que se han encontrado evidencias en las tierras bajas de Chiapas y tan lejos como el oriente de El Salvador. Asimismo, otras influencias posteriores, procedentes del área maya y de las tierras altas centrales de México, se han localizado en Honduras, El Salvador, la costa del Pacífico de Nicaragua y la península de Nicoya en Costa Rica.



PROYECTO PAHES-UTEC


Tras la necesidad de un inventario de sitios arqueológicos históricos y una valoración de los mismos, en 2007 surge el proyecto de Reconocimiento y Registro de Sitios Arqueológicos Históricos de El Salvador (PAHES-UTEC), llevado a cabo por la Universidad Tecnológica de El Salvador con el apoyo de la Academia Salvadoreña de la Historia. Como se mencionó anteriormente, en la actualidad no se cuenta con un Registro de sitios de éste tipo; por lo que se necesitaba de un proyecto base que registrara, inventariara, catalogara y contextualizara éstos sitios arqueológicos. Es así que el objetivo del Proyecto es registrar y documentar sitios arqueológicos históricos, ya sea que éstos estén registrados o no, con nuevas técnicas e instrumentos precisos para la ubicación y localización de los mismos. Además este proyecto pretende unificar criterios en la creación y propuesta de una Ficha de Registro de Sitios Arqueológicos Históricos, para El Salvador, el cual es uno de los aportes principales de éste Proyecto. Por otra parte, la investigación aporta al desarrollo de la Arqueología Histórica en El Salvador; existe el conocimiento de una gran cantidad de sitios históricos mencionados en distintos documentos y que aún no han sido localizados; así como otros que necesitan de un registro adecuado y documentación precisa. Al final de este proyecto se pretende crear una base de datos actualizada del Patrimonio Arqueológico Histórico de El Salvador. En esta primera fase de la investigación se visitaron nueve sitios arqueológicos históricos, los cuales no contaban con un registro arqueológico previo a este proyecto, por lo que servirá para actualizar la información del Atlas Arqueológico de El Salvador. La investigación en cuanto a la delimitación geográfico-espacial se enmarca dentro del territorio salvadoreño, incluyendo el territorio insular; por otra parte la delimitación temporal-cronológica, comprende desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XX. La investigación consiste en un estudio de carácter exploratorio y descriptivo, a través de visitas de campo, la recolección superficial de materiales culturales, obteniendo el registro fotográfico, ubicación, mapeo preliminar, descripción y análisis de los artefactos culturales y de los datos obtenidos en campo